Llega un momento en la vida de todo bebé en la que los brazos de los papás se quedan pequeños y hay que sustituirlos por una trona. Eso sí, el cambio hacia las tronas de bebé debe producirse cuando el pequeño sea capaz de mantenerse sentado sin ayuda de nadie, lo que suele suceder a partir de los seis meses.
Las tronas de bebé son ideales para que coman, porque los padres podrán darle de comer de forma cómoda, sentados a su lado o delante del bebé. Además, una trona puede ser también el lugar donde el niño se entretenga un rato sin el peligro que se mueva de ahí, aunque no mucho, porque los pediatras recomiendan no dejar a un bebé en la trona más de media hora, ya que delimita sus movimientos y, a esa edad, es mejor para su desarrollo que se muevan cuanto quieran.
Como todos los accesorios para bebés, se debe ser cuidadoso a la hora de elegir la mejor trona. Para eso, hay que conocer qué tipo de tronas de bebé podemos encontrar en el mercado para elegir la que mejor se adapte a nuestras necesidades y la de nuestro pequeño.
Tipos de tronas de bebé
Hay tres tipos de tronas de bebé según los materiales: las tronas mixtas, las de plástico y las de madera. Las tronas mixtas pueden tener la estructura de plástico o de metal; las segundas son especialmente seguras e higiénicas. En cuanto a las tronas de plástico, lo más positivo es que a parte de ser muy sólidas e higiénicas, también son ligeras. Por su parte, las tronas de madera son muy duraderas.
Además del material, hay que tener en cuenta las características específicas de cada trona. Si para ti el espacio es algo fundamental, hay dos tipos de tronas entre las que puedes elegir: plegables o fijas. Aunque las segundas son las más recomendables porque son más sólidas, si no se dispone de espacio, las plegables una buena solución, porque además de que se pueden guardar en cualquier parte, es fácil llevarlas a cualquier parte.
Más importante es que el asiento sea regulable, porque te permitirá adaptar la silla a las necesidades de tu bebé. El tamaño del asiento es importante, porque acompañará a nuestro bebé durante muchos meses, hasta los tres o cuatro años. Si el niño es pequeño, existen sillitas reductoras que se pueden añadir o retirar para adaptarse al cuerpo y al crecimiento del bebé.
Que la trona tenga respaldo reclinable es también un factor importante a tener a cuenta; sin embargo, hay que ser consciente de que aunque estos tipos de tronas permiten reclinar el respaldo para que el niño descanse, en ningún caso puede ser un sustituto de la cuna. El respaldo reclinable ayuda al bebé a descansar, pero no a dormir.
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